El Lazarillo de Tormes: ¡Las risas no faltaron! (Tercer texto)

 El Lazarillo de Tormes, es una novela española, la cual dio inicio a la novela picaresca. En esta, se nos narra la historia de Lazarillo, un chico pobre el cual desde el nacimiento estuvo sumido en la desgracia. Además de proceder de una familia pobre, su padre murió en la guerra, y por si no fuera poco, su padrastro era un ladrón, algo que era bien sabido por la gente de su pueblo de alrededor. Tiempo después, el Lazarillo se encamina a una nueva misión: encontrar un amo. A lo largo de su vida de niño y juvenil, encontró varios, los cuales o se burlaban de él y/o lo maltrataban fuertemente. Finalmente, luego de una infancia dura, llena de maltratos y hambrunas, el Lazarillo encuentro un nuevo amo, un capellán, el cual le proporciona una vida de salud, buen sueldo y bienestar, al punto de que años se casó son la hija de su amo, encontrando la vida de felicidad y tranquilidad la cual nunca se había imaginado. 


  Por más que esto parezca la típica historia con final feliz donde todos terminan en una ronda, agarrados de las manos mientras corean al unísono “We are the world”, esta obra refleja algo sumamente trágico. A lo largo del texto, cada uno de los personajes comete actos de burla como escape de su condición trágica. Por ejemplo, el ciego se burlaba constantemente del pobre e infortunado Lazarillo:


  “—Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.

Yo simplemente llegué, creyendo ser ansí, y como sintió que

tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome

una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días

me duró el dolor de la cornada, y díjome:

—Necio, aprende; que el mozo del ciego un punto ha de saber

más que el diablo.

Y rio mucho la burla.”


Pobre Lazarillo. Lo bueno, es que con astucia y buen humor, pudo cobrar su venganza, haciendo chocar al ciego con un poste:


“Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el

pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete,

tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y

da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera

con una gran calabaza, y cayó luego para atrás, medio muerto y

hendida la cabeza.

—¿Cómo, y olistes la longaniza y no el poste?

—Olé! [Oled] ¡Olé! —le dije yo.”


Es bastante penoso que entre acompañantes de viaje se traten como las m----- (¿puede ser este un blog picaresco?). De sobre está decir que las demás desventuras y tragedias del Lazarillo están llenas de bromas, ironía y lenguaje vulgar. Propios de la novela picaresca. De igual forma, este tipo de novelas se suele situar en aventuras de personajes pobres, los cuales para enfrentar su adversidad de la pobreza y condiciones de vida paupérrimas, tienen que hacer uso de su humor. Fácilmente, a pesar de lo trágica vida del Lazarillo, se puede leer la novela con el clásico tema de Benny Hill:




De igual forma, cada persona en su vida diaria ha podido enfrentar en su vida diaria tragedias a través del humor. ¿Te dejó tu pareja? No importa. Pones de fondo “I Will Survive”, mientras lanzas unos insultos al aire y tus amigos te abrazan mientras te hacen bromas sobre tu despecho. ¿Qué más picaresco que eso? 

¿El profesor te puso la nota que no te hizo aprobar el semestre? ¿Tu jefe te echó del trabajo a pesar de ser un trabajador excelente? ¿Se te derramó un litro de aceite a primera hora de la mañana? Descuida, unos insultos al aire y bromear sobre lo trágica que es la vida puede salvarte de sucumbir en el más abrumante de las angustias. Si no me crees, pregúntale al Lazarillo.


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